domingo, 1 de marzo de 2015

ACNE



El acné vulgar es una de las afecciones más frecuentes en el mundo entero. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la unidad pilosebácea que afecta principalmente a los adolescentes y genera un gran impacto psicosocial no solo para el paciente, que se encuentra atravesando una etapa muy sensible de su vida, sino que además involucra al grupo familiar en su esfera afectiva y económica.

                       
 








  unidad pilosebácea

El acné afecta a un 80-85% de las personas entre los 12 y 25 años de edad. En los últimos años se observa un aumento en la incidencia de esta patología en mayores de 25 años, lo que se denomina “acné tardío”.

El continuo avance en la patogenia del acné y el desarrollo permanente de nuevos fármacos, han cambiado el enfoque clínico de esta frecuente patología cutánea, lo que ha permitido emplear terapéuticas que han modificado el pronóstico y la duración de esta enfermedad.

La patogenia es compleja y depende de la interacción de varios factores. Los cuatro factores determinantes son el aumento de las células del folículo piloso, el aumento de la producción de sebo, la proliferación de la bacteria Propionebacterium acnes (P. acnes) en la piel, y la respuesta inflamatoria cutánea.

Respecto del valor de la dieta en la patogenia de esta enfermedad, estudios recientes demostraron que una alimentación con alto contenido glicémico (azúcar, pastas, pan), así como la ingesta abundante de lácteos, chocolate, comidas hipergrasas y cereales, provocan la aparición de lesiones de acné.

El objetivo del tratamiento es disminuir la seborrea (exceso de grasitud de la piel), combatir la colonización bacteriana patogénica (P. Acnes), evitar la formación de lesiones inflamatorias y prevenir la aparición de cicatrices.

El tratamiento debe adecuarse a la severidad de cada caso, existiendo para la afectación leve productos locales: antibióticos (peróxido de benzoilo, clindamicina), derivados de la vitamina A (retinoides). Para los pacientes con lesiones inflamatorias se utilizan antibióticos sistémicos, y en los casos más severos o resistentes al tratamiento se recurre a la administración de isotretinoína vía oral.

Cualquier tratamiento debe ser indicado y controlado por un Médico Dermatólogo. La automedicación puede conllevar efectos adversos difíciles de corregir.

Algunas medidas que el paciente puede tomar para acompañar el tratamiento indicado por el médico son las siguientes:

CUIDADOS PERSONALES:
  • Limpiar la piel delicadamente con un jabón o limpiador suave. Restregarse la piel no evita el acné y puede empeorar el problema.
  • Elegir fórmulas no comedogénicas o a base agua para los cosméticos y las cremas para la piel. Busque la palabra "no comedogénico" en la etiqueta. Esto significa que el maquillaje no le tapará los poros. Sin embargo, algunas personas tienen acné aun cuando usan estos productos.
  • Retirar toda la suciedad o maquillaje. Lavarse la piel una o dos veces al día, incluso después del ejercicio. 
  • Lavar el cabello con champú diariamente, en especial si es grasoso. 
  • Peinar el cabello hacia atrás para mantenerlo fuera de la cara.
  • No apretar, rascar, escarbar ni frotar los granos. Esto puede llevar a cicatrizaciones e infecciones de la piel.
  • Evitar restregar y lavar la piel en forma repetitiva.
  • Evitar usar bandas para la cabeza, gorras y sombreros apretados.
  • Evitar tocarse la cara con las manos o los dedos.
  • Evitar las cremas o cosméticos grasosos. 
  • Retirar el maquillaje en las noches.
Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

No hay comentarios:

Publicar un comentario