martes, 31 de marzo de 2015

VERRUGAS CUTÁNEAS POR HPV



El virus papiloma humano (HPV) afecta sólo a seres humanos. Es imposible evitar el contacto con el HPV ya que está ampliamente distribuido en el medioambiente.

Infecta piel y mucosas y produce verrugas generalmente benignas, que regresan espontáneamente por acción del sistema inmune del paciente.

El virus infecta la piel a través de pequeñas heridas o traumatismos cutáneos e ingresa al interior de las células epidérmicas, donde comienza a proliferar.

Luego de la inoculación, existe un período que oscila entre 1 y 8 meses, conocido como latencia, durante el cual el virus está presente en las células pero no produce síntomas.

Posteriormente el virus comienza a replicarse e infecta a las células vecinas, originando las características “verrugas”.

Las verrugas se clasifican según la localización o la forma clínica, y pueden dividirse en cutáneas o extracutáneas (mucosas).

Verrugas cutáneas:

  • Las verrugas vulgares se localizan en cualquier superficie cutánea, pero lo hacen con más frecuencia en manos. Pueden ser únicas o estar agrupadas. Se presentan mayormente en niños y adultos jóvenes.


  • Las verrugas planas se observan como pápulas ligeramente elevadas, cubiertas por una fina escama de color rosado o color piel normal, simulando un empedrado. Se localizan con más frecuencia en cara, manos y parte inferior de piernas. Son comunes en niños y adolescentes.

  • Las verrugas filiformes aparecen en cara, cuello, axilas y otros pliegues; a veces pueden presentarse como verdaderos cuernos cutáneos.

  • Las verrugas palmares o plantares son lesiones gruesas, generalmente dolorosas a la presión. Los puntos negros que se observan en la superficie de estas lesiones son los capilares trombosados. 

El diagnóstico de las verrugas se basa en la presentación clínica y la localización anatómica.

La elección del tratamiento depende de la localización, el tamaño, la cantidad y el tipo de verrugas, así como de la edad y la cooperación del paciente, sumados a la experiencia del médico.

La mayoría de los tratamientos apuntan a la destrucción de las verrugas. Pueden considerarse tratamientos realizados por el médico en su consultorio y otros realizados por el paciente en su domicilio.

Las verrugas pueden destruirse mediante crioterapia, electrocoagulación, queratolíticos tópicos, o inmunomoduladores como el imiquimod. El Médico Dermatólogo evaluará en cada caso cuál es la mejor terapéutica para el paciente.

Hasta el momento no existen vacunas para prevenir la aparición de verrugas.


Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

domingo, 15 de marzo de 2015

HERPES ZÓSTER



¿Qué es?

El herpes zóster es una infección aguda causada por el virus varicela-zóster (VVZ), que afecta sobre todo a adultos. Se caracteriza por el desarrollo de erupciones cutáneas en forma de ampollas o vesículas dolorosas, que se localizan siguiendo el trayecto de algún nervio inflamado también por el virus. Debido a esta particular disposición la infección se conoce popularmente como 'culebrilla'.

Se trata del mismo virus que causa la varicela. Después de que uno contrae varicela, el virus no es eliminado del organismo y permanece inactivo (latente) en ciertos nervios del cuerpo. El herpes zóster ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios después de muchos años.

La razón por la cual el virus se vuelve activo de nuevo no es clara. Con frecuencia, sólo se presenta un episodio.

El zóster se puede desarrollar en cualquier grupo de edad, pero uno tiene mayor probabilidad de desarrollar la afección si:

Tiene más de 60 años.

Le dio varicela antes de cumplir un año.

Su sistema inmunitario está debilitado por medicamentos o enfermedad.

Si un adulto o un niño tienen contacto directo con la erupción por herpes zóster y no les dio varicela de niño o no recibieron la vacuna contra esta enfermedad, pueden desarrollar varicela y no zóster.



¿Cuáles son los síntomas?

El primer síntoma generalmente es un dolor en un solo lado del cuerpo, hormigueo o ardor. El dolor y el ardor pueden ser intensos y generalmente se presentan antes de que aparezca cualquier signo en la piel.

La erupción típica son pequeñas ampollas que se manifiestan a los dos o tres días, cuando el virus llega a la piel. Las ampollas se rompen, formando pequeñas úlceras que comienzan a secarse y formar costras, las cuales se van desprendiendo en dos a tres semanas. Se cura sin dejar cicatriz.

Las lesiones aparecen de un solo lado del cuerpo y en general se puede visualizar en el tronco un cinturón de erupción desde la columna vertebral, alrededor de un lado del tórax. También puede aparecer en el cuello o en la cara afectando la boca o los ojos.



¿Cuál es el tratamiento?

Por lo general, se trata de un problema que suele persistir aproximadamente un mes hasta que desaparece por sí solo, aunque sí pueden instaurarse medidas para tratar los síntomas. Sin embargo, en algunos pacientes inmunodeprimidos o de edad avanzada, puede aparecer alguna complicación, como la neuralgia posherpética (persistencia de dolor o ardor 30 días después del comienzo del herpes zoster), que puede llegar a ser incapacitante.

El tratamiento se basa en la utilización de fármacos antivirales como el Aciclovir, el cual debe ser indicado por el Médico. Si se utilizan las dosis correctas el dolor disminuye rápidamente y se reducen las posibilidades de complicaciones.

Lo mejor es comenzar el tratamiento en las primeras horas de sentir por primera vez el dolor o el ardor para obtener mejor resultado.

Para reducir el dolor se utilizan analgésicos.

Hay disponibilidad de una vacuna contra el herpes zóster y es diferente de la vacuna contra la varicela. Los adultos mayores que reciben la vacuna contra el herpes zóster tienen menos probabilidad de tener complicaciones por esta enfermedad.

Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

domingo, 1 de marzo de 2015

ACNE



El acné vulgar es una de las afecciones más frecuentes en el mundo entero. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la unidad pilosebácea que afecta principalmente a los adolescentes y genera un gran impacto psicosocial no solo para el paciente, que se encuentra atravesando una etapa muy sensible de su vida, sino que además involucra al grupo familiar en su esfera afectiva y económica.

                       
 








  unidad pilosebácea

El acné afecta a un 80-85% de las personas entre los 12 y 25 años de edad. En los últimos años se observa un aumento en la incidencia de esta patología en mayores de 25 años, lo que se denomina “acné tardío”.

El continuo avance en la patogenia del acné y el desarrollo permanente de nuevos fármacos, han cambiado el enfoque clínico de esta frecuente patología cutánea, lo que ha permitido emplear terapéuticas que han modificado el pronóstico y la duración de esta enfermedad.

La patogenia es compleja y depende de la interacción de varios factores. Los cuatro factores determinantes son el aumento de las células del folículo piloso, el aumento de la producción de sebo, la proliferación de la bacteria Propionebacterium acnes (P. acnes) en la piel, y la respuesta inflamatoria cutánea.

Respecto del valor de la dieta en la patogenia de esta enfermedad, estudios recientes demostraron que una alimentación con alto contenido glicémico (azúcar, pastas, pan), así como la ingesta abundante de lácteos, chocolate, comidas hipergrasas y cereales, provocan la aparición de lesiones de acné.

El objetivo del tratamiento es disminuir la seborrea (exceso de grasitud de la piel), combatir la colonización bacteriana patogénica (P. Acnes), evitar la formación de lesiones inflamatorias y prevenir la aparición de cicatrices.

El tratamiento debe adecuarse a la severidad de cada caso, existiendo para la afectación leve productos locales: antibióticos (peróxido de benzoilo, clindamicina), derivados de la vitamina A (retinoides). Para los pacientes con lesiones inflamatorias se utilizan antibióticos sistémicos, y en los casos más severos o resistentes al tratamiento se recurre a la administración de isotretinoína vía oral.

Cualquier tratamiento debe ser indicado y controlado por un Médico Dermatólogo. La automedicación puede conllevar efectos adversos difíciles de corregir.

Algunas medidas que el paciente puede tomar para acompañar el tratamiento indicado por el médico son las siguientes:

CUIDADOS PERSONALES:
  • Limpiar la piel delicadamente con un jabón o limpiador suave. Restregarse la piel no evita el acné y puede empeorar el problema.
  • Elegir fórmulas no comedogénicas o a base agua para los cosméticos y las cremas para la piel. Busque la palabra "no comedogénico" en la etiqueta. Esto significa que el maquillaje no le tapará los poros. Sin embargo, algunas personas tienen acné aun cuando usan estos productos.
  • Retirar toda la suciedad o maquillaje. Lavarse la piel una o dos veces al día, incluso después del ejercicio. 
  • Lavar el cabello con champú diariamente, en especial si es grasoso. 
  • Peinar el cabello hacia atrás para mantenerlo fuera de la cara.
  • No apretar, rascar, escarbar ni frotar los granos. Esto puede llevar a cicatrizaciones e infecciones de la piel.
  • Evitar restregar y lavar la piel en forma repetitiva.
  • Evitar usar bandas para la cabeza, gorras y sombreros apretados.
  • Evitar tocarse la cara con las manos o los dedos.
  • Evitar las cremas o cosméticos grasosos. 
  • Retirar el maquillaje en las noches.
Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134