martes, 12 de abril de 2016

PEELING (exfoliación cutánea)



La palabra “peeling” significa descamación o exfoliación de la piel para renovar sus capas y poder así eliminar manchas e imperfecciones, prevenir la aparición de arrugas, y otorgar más luminosidad.

Consiste en la aplicación de sustancias químicas que desprenden las células viejas y dañadas. Esto mejora el aspecto de la piel y estimula la producción de colágeno.

También pueden realizarse peelings a través de medios mecánicos o físicos.



Exfoliación o peeling químico:

Se indica para detener y revertir los signos del envejecimiento cutáneo, así como para el tratamiento del acné y sus secuelas pigmentarias y cicatrizales; para el melasma y las estrías.

Los productos que se utilizan son:

  •  Alfahidroxiácidos, que se extraen de los alimentos, sobre todo las frutas. Incluyen al ácido glicólico (caña de azúcar), láctico (leche fermentada), cítrico (limón), málico (manzana), mandélico (almendra) y tartárico (uva). Son conocidos desde la antigüedad: Cleopatra usaba el ácido tartárico diariamente en su cara y se bañaba en leche fermentada para mejorar su piel.

  •  Ácido retinoico: derivado de la vitamina A; reduce las arrugas y estimula la síntesis de colágeno.

  •  Ácido tricloroacético: produce coagulación proteica y síntesis de nuevo colágeno. Se utiliza siempre en pieles claras con gran fotoenvejecimiento.

Los peelings los realiza el Dermatólogo en su consultorio, habiendo previamente definido el tipo de peeling a realizar e indicado ciertas cremas que el paciente debe utilizar los días previos a iniciar el tratamiento para preparar su piel e incrementar los resultados del mismo.

Previo a cualquier tipo de peeling se debe realizar una limpieza de la piel. Después se aplica la cantidad necesaria del ácido indicado. Se deja actuar durante el tiempo preciso. Transcurrido el tiempo necesario se neutraliza el ácido y se aplica una mascarilla hidratante.

El paciente siente cierta sensación de calor o picazón durante el procedimiento que cede con la colocación de la mascarilla.

Es fundamental el uso de protector solar.

El número de sesiones varía según la patología a tratar, su severidad y factores individuales de cada paciente, y suelen realizarse cada quince a veinte días. Entre sesión y sesión se deja transcurrir el tiempo necesario para la recuperación de la piel, que variará en función del producto utilizado.



Exfoliación mecánica:

La técnica de microdermoabrasión utiliza puntas de diamante, produciendo la abrasión cutánea. El efecto es muy superficial, por lo que el tratamiento puede ser repetido semanal o quincenalmente.



Resurfacing (rejuvenecimiento facial) con Luz Pulsada Intensa:








Es un procedimiento no invasivo basado en la fototermólisis selectiva. Esto significa que el haz de luz que emite es absorbido por determinadas células en la piel que tienen justo el color que puede absorber ese haz de luz. De esta forma se eliminan las imperfecciones que trae consigo el fotoenvejecimiento, como manchas y arañitas vasculares (telangiectasis).

Además mejora sustancialmente la textura de la piel a través de la estimulación de la formación de colágeno, obteniendo como resultado un rejuvenecimiento facial no agresivo.

Las sesiones se realizan cada 3 a 4 semanas. Se consiguen excelentes resultados después de 4 a 6 sesiones.

Está indicado a cualquier edad.

Sólo el Médico Especialista en Dermatología está capacitado para el manejo del equipo de Luz Pulsada, y es quien puede explicar detalladamente cuáles son los cambios que se van a lograr en la piel con cada tratamiento, así como las pautas de cuidado previas y posteriores al procedimiento.



Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134