domingo, 29 de noviembre de 2015

AUTOBRONCEANTES. UNA SALUDABLE ALTERNATIVA.


Los Médicos Dermatólogos coincidimos en que no hay que tomar sol. Si bien el sol es fuente de vida, de calor, de vitamina D y genera endorfinas, la exposición excesiva y sin los cuidados adecuados produce daño en la piel. Como respuesta a la agresión de los rayos ultravioletas la piel genera el bronceado, que es un mecanismo de defensa. Por lo tanto el bronceado saludable no existe.
El autobronceante es un muy buen recurso para no tomar sol o para tomar mucho menos, logrando una coloración de la piel sin correr riesgos.


¿De qué forma actúa el autobronceante?

El principio activo es la Dihidroxiacetona (DHA) -sustancia de origen  vegetal-  que oxida las proteínas de la capa más superficial de la piel (la capa córnea), oscureciéndola y dando como resultado ese aspecto bronceado. Es inofensiva, porque no actúa sobre el proceso de formación de melanina. El bronceado se hace visible entre las 3 y las 6 horas y se mantiene entre 4 y 7 días, tiempo que demora la piel en descamarse naturalmente. Cumplido ese plazo, se recomienda reaplicar el producto.


¿Cómo aplicar el autobronceante para lograr un resultado natural?

Antes de la primera aplicación es fundamental eliminar las impurezas de la piel con una esponja exfoliante, para unificar su tono y textura, seguida de una hidratación profunda. Exfoliar principalmente las zonas más rugosas como codos, rodillas y talones, sin descuidar el resto. Aplicar y extender el producto en forma pareja por todo el cuerpo. En el rostro se aplica como una base de maquillaje sin descuidar el cuello, la nuca y la parte externa de las orejas. Evitar el contorno de ojos, las entradas del cabello y las cejas. Aplicar poca cantidad y bien distribuida. Una vez finalizada la aplicación es importante lavarse bien las manos con agua caliente y jabón. Antes de vestirse es preferible dejar que se absorba bien el autobronceante.


¿Cuál es la técnica para lograr un tono intenso?

Distribuir el autobronceante diariamente. Una vez obtenido el tono deseado, mantener con dos aplicaciones semanales.


¿Es verdad que los autobronceantes manchan? ¿Se pueden prevenir y evitar las manchas? ¿Es lo mismo con todas las pieles?

El efecto de manchado proviene de la colocación inadecuada en cualquier tipo de piel. Las manchas se previenen y evitan colocando el autobronceante correctamente. El tipo de color adquirido depende de los aminoácidos en cada piel y su PH. Las pieles secas se “autobroncean” mejor que las pieles grasas.


¿El autobronceante está recomendado para cualquier tipo de piel?

En pieles grasas, con acné o arrugas profundas, mejor evitarlos: el producto tiende a acumularse en los poros dilatados, las imperfecciones y los pliegues. Para estos casos, la alternativa que vale son las cremas hidratantes con color más tonalizadores.


¿Las personas con afecciones crónicas de la piel, como lupus, rosácea, psoriasis, vitiligo o dermatitis pueden usar autobronceantes?

Están contraindicados en personas que presenten dermatitis con escamas, zonas de piel seca o mucho enrojecimiento o picazón como eccemas o psoriasis cuando están en brote. Sí pueden usarse cuando el paciente no presenta lesiones. En lupus pueden usarse siempre combinados con una pantalla solar total y cuando no presenta lesiones cutáneas. En la rosácea también se debe ser sumamente prudente ya que es una piel muy reactiva que se irrita fácilmente. En vitiligo deben utilizarse con sumo cuidado porque la coloración puede ser muy diferente al tono base del paciente. Se aconseja realizar una prueba previa en una pequeña superficie. Fuera de estos casos puntuales o hipersensibilidad a los componentes, no hay contraindicaciones específicas. Debe considerarse siempre que tan importante como la droga autobronceante es la calidad del producto que se usa para vehiculizarlos, su efecto hidratante y protector cutáneo.


¿Se puede tomar sol y usar autobronceantes?

 Es una buena combinación utilizar autobronceantes cuando también se está exponiendo al sol, pero hay que tener en cuenta que los autobronceantes no tienen protección solar, de modo que bajo el sol hay que protegerse con factores altos, igual que si la piel no estuviera bronceada.
Siempre es importante recordar que la utilización del autobronceante no reemplaza al fotoprotector.  



En nuestro país el mandato social sobre el “tono veraniego”  todavía es imbatible, por lo que sugerir autobronceantes es la mejor solución, reduciendo mucho la exposición solar e indicando los protectores solares adecuados a cada tipo de piel. De esta manera los Dermatólogos estamos ofreciendo salud al paciente enseñándole a cuidarse y dándole una solución que lo ayudará a verse muy bien. Un autobronceante que hidrate, prevenga y combata el envejecimiento cutáneo al reducir la exposición al sol, es una saludable y eficaz alternativa.


Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

lunes, 16 de noviembre de 2015

HIDRATACIÓN Y CONSUMO DE AGUA

El agua es un recurso natural indispensable para la vida y esencial como nutriente en nuestra alimentación cotidiana. Es el principal componente del cuerpo humano.  
El agua que bebemos, junto con la contenida en los alimentos, tiene que garantizar nuestra correcta hidratación en todas las edades y circunstancias vitales. En consecuencia, es muy importante que su consumo tenga asegurada la calidad y la cantidad adecuadas, para mantener la salud y el bienestar de las personas.


¿Qué bebida conviene para una buena hidratación?

Es importante propiciar el consumo de agua como principal fuente de hidratación a lo largo de toda la vida. Según una encuesta, en Argentina la mitad de la ingesta de líquidos se realiza con bebidas e infusiones azucaradas y sólo el 21 % de la ingesta de líquidos es agua pura.


¿Debo consumir 2 litros de agua pura únicamente o en los 2 litros contemplo agua, bebidas e infusiones?

Considerando una recomendación (para adultos) de entre 2 y 2,5 litros diarios, se considera que aproximadamente un 20 % del total necesario de líquidos puede provenir de los alimentos. Por lo tanto el resto, entre 1,6 a 2 litros, necesariamente debe ser aportado por todo tipo de líquidos considerando aguas, bebidas e infusiones. Se sugiere que al menos 8 vasos sean de agua.

¿Los niños deben consumir lo mismo que los adultos?

Los niños son más susceptibles a la pérdida de líquidos y están más expuestos a la deshidratación que los adultos, ya que retienen agua para el crecimiento y pierden más líquido que los adultos.
La alteración en el balance hídrico tiene efectos negativos para el crecimiento y para las funciones del organismo, incluso la cognitiva.


¿Todas las bebidas hidratan por igual?

 No todas las bebidas hidratan por igual. El agua pura es una bebida que no agrega ni aditivos ni azúcar, brindando una sensación de saciedad sin incorporar calorías, es decir de manera más saludable.



¿Todas las aguas son iguales?

Las aguas parecen todas iguales, pero no lo son. Para que el agua pueda ser apta para consumo, debe estar potabilizada o ser potable; puede estar envasada o no. Las aguas minerales naturales son envasadas en el lugar de origen, mientras que las aguas mineralizadas sufren un proceso ya que se les agrega el contenido mineral de manera artificial.


¿Qué pasa si tomo menos de lo que me recomiendan?

La falta de una adecuada ingesta de agua nos puede llevar al estado de deshidratación que puede ser leve, moderada o grave. Tan solo un 2 % de deshidratación es suficiente para afectar negativamente el rendimiento intelectual y físico.
Dentro de los efectos a largo plazo se encuentran los cálculos renales y la infección urinaria.

¿Qué debo tomar cuando hago deporte?

La actividad física debe ir acompañada de hidratación antes, durante y después de realizada, ya que está probado que la deshidratación tiene un efecto negativo durante el ejercicio.
Para el ejercicio con duración menor a una hora, el agua es suficiente para cubrir las necesidades del organismo. En esfuerzos mayores a 50 o 60 minutos de duración y en esfuerzos prolongados con mucha sudoración conviene hidratarse con bebidas que contengan glucosa, sodio y potasio.


¿Es verdad que el agua mejora el cabello y la piel?

Tomar la cantidad correcta de agua mantiene la piel hidratada y evita que se sequen las membranas mucosas (ojos, boca, nariz, etc.). Existen estudios que indican que tomar agua incrementa el flujo de sangre en los capilares de la piel, mejorando la turgencia y la elasticidad cutánea.

Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076

TE: 0223-4920134



domingo, 26 de julio de 2015

MELASMA












El melasma se caracteriza por ser una hiperpigmentación adquirida, asintomática, simétrica y bilateral que se manifiesta por manchas irregulares, en los distintos matices del marrón, en las zonas expuestas al sol de cara, cuello y brazos.

El término melasma deriva del griego “melas”, que significa negro.

El pigmento melanina define el color de los ojos, el cabello y la piel de una persona. La hiperproducción da lugar a hiperpigmentación, en la que aparecen manchas oscuras y tonos cutáneos desiguales.

Los melanocitos (las células productoras de melanina localizadas en la capa basal de la epidermis) son responsables del incremento de la pigmentación epidérmica en el melasma.



Como la tirosinasa juega un rol preponderante en la biosíntesis de la melanina, muchos de los agentes blanqueadores buscan reducir la funcionalidad de esta enzima.

Si bien la causa del melasma es desconocida, existen diversos factores implicados como ser: predisposición genética, exposición a radiación ultravioleta (UV), embarazo, ingesta de anticonceptivos orales, tratamientos de reemplazo hormonal, uso de cosméticos y medicación fototóxica.

El melasma es más corriente en mujeres, sólo el 10% de los casos corresponde a hombres. Tener presente que durante el embarazo la prevalencia del melasma asciende al 50-70% presentándose éste a partir del tercer trimestre, con regresión del mismo en el postparto y reaparición en embarazos posteriores.

La terapia de reemplazo hormonal, en las pacientes postmenopáusicas o en los pacientes varones con carcinoma de próstata, se ha visto asociada a melasma facial y de antebrazos.

La exposición a los rayos UV es también un importante factor desencadenante o agravante en la presentación del melasma, por lo que se recomienda que las personas propensas a este proceso, eviten el sol y se apliquen protección solar de amplio espectro y factor elevado para prevenir la estimulación de la producción de pigmentos.

El único síntoma del melasma es un cambio en el color de la piel; sin embargo, esto puede provocar sufrimiento respecto a la apariencia.

Por lo general aparecen en las mejillas, en la frente, en la nariz y en el labio superior. Los parches oscuros generalmente son simétricos (parejos en ambos lados de la cara).

Tratamiento

El tratamiento del melasma es manejado por el Médico Dermatólogo.

El melasma es una enfermedad que puede durar muchos años si no se trata y que además presenta periodos de recaídas frecuentes. Es por esto que existen tratamientos de ataque y tratamientos de mantenimiento. Los tratamientos se demoran algún tiempo en actuar.

Las cremas que contienen tretinoína, hidroquinona, y alfahidroxiácidos han demostrado que mejoran la apariencia del melasma.

La exfoliación química (peeling) es un método utilizado con buena respuesta y bien tolerado, solo o combinado con cremas blanqueadoras.

Se pueden utilizar tratamientos con láser (luz pulsada) para eliminar la pigmentación oscura si el problema es grave.

Es importante explicar al paciente que el éxito del tratamiento se correlaciona con los cuidados en evitar la exposición a todos los factores desencadenantes, como suspender los medicamentos hormonales que pueden estar causando el problema y utilizar pantalla solar, ya que lamentablemente es una patología altamente recurrente.

Como es habitual en estos casos cuando hay muchas opciones de tratamiento, ninguna es totalmente efectiva, por lo que las hiperpigmentaciones son aún hoy un desafío para la dermatología estética.



Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

sábado, 11 de julio de 2015

DERMATITIS ATÓPICA





La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta con lesiones que provocan mucha picazón. De carácter hereditario, esta afección suele asociarse a una piel seca que se irrita con mucha facilidad.


Es frecuente que el paciente o alguno de sus familiares directos padezcan asma, rinitis o conjuntivitis alérgicas (al polen, al polvo o a otros productos). Al conjunto del asma alérgico, la rinoconjuntivitis alérgica y la dermatitis atópica se le denomina atopia.

Se ha determinado que si una persona sufre dermatitis atópica, cada uno de sus hijos tiene un 40% de posibilidades de padecer la enfermedad y un 25% de tener rinitis, conjuntivitis o asma alérgico. Si ambos padres tienen la dermatitis atópica la probabilidad de que cada hijo la padezca es de un 80%. No obstante, la intensidad de la enfermedad de cada miembro de la familia es totalmente independiente.

Dermatitis atópica es lo mismo que eczema atópico. Otras denominaciones más antiguas que ha recibido este cuadro son neurodermatitis constitucional, eczema endógeno, prúrigo de Besnier o liquen simple crónico diseminado. La palabra eczema también puede escribirse "eccema".


Causas y mecanismo:

La dermatitis atópica se produce por:

1. Predisposición genética: por mutaciones de genes que alteran la barrera cutánea y producen inflamación.

2. Disfunción de la barrera cutánea: que facilita la entrada de alérgenos, irritantes y microorganismos a su través. La piel con dermatitis atópica, aunque aparentemente normal en su aspecto clínico, en la fase libre de brotes presenta alteraciones microscópicas. Tanto la piel con lesiones visibles como la que no tiene lesiones, presentan una mayor pérdida de agua. A la exploración, las palmas de las manos de niños con dermatitis atópica tienen un característico aumento de los pliegues, que también se ve en los párpados. La piel de estos niños, llamada “piel seca”, es una piel con un tacto especial áspero, y tiene microfisuras y grietas que permiten la entrada de patógenos, alérgenos e irritantes que contribuyen a la inflamación e infección. Un patógeno que influye en la inflamación es el Estafilococo Aureus, que actúa por un mecanismo de infección pero también por estímulo del sistema inmunológico. El 90 % de los niños con dermatitis atópica están colonizados por Estafilococo Aureus, aun cuando clínicamente no presenten lesiones de infección activa.

3. Alteraciones inmunológicas: hay un desequilibrio en la células que mantienen las defensas del organismo, de forma que la persona reacciona de manera exagerada a estímulos ambientales (sustancias que producen alergia o que irritan, gérmenes, estímulos emocionales, sudoración...). Por otra parte, la picazón (prurito) producida por la liberación de diferentes sustancias desde las células inflamatorias (mastocitos, eosinófilos, linfocitos...) hace que el paciente se rasque de forma intensa. Con el rascado se estimulan directamente las células de la epidermis, lo que activa su división y les hace producir otras sustancias que estimulan los linfocitos T. Con ello se cierra el ciclo: a mayor prurito, mayor rascado; y a mayor rascado, mayor prurito.



Manifestaciones clínicas:

En la edad del lactante, es característica la afectación facial y de las superficies de extensión, que persisten hasta los 2 a 3 años.

A partir de esa edad, las lesiones predominan en las superficies de flexión de forma simétrica.





Calidad de vida de los niños con dermatitis atópica:

La calidad de vida de estos niños y la de sus familias se ve alterada por la enfermedad. El prurito (picazón) es el síntoma que domina y su intensidad puede ser tal que llegue a producir alteraciones en la vida cotidiana. Pero, aunque este sea el factor detonante de los problemas, se expresa con alteraciones en varios terrenos.

Los niños refieren además otros problemas, como sensación de “vergüenza”, alteración de sus relaciones con amigos, problemas con la ropa, en relación con los juegos, en la práctica de deportes, en la escuela. Además sufren alteraciones del sueño.

La carga familiar que supone el cuidado de un niño con un eczema asociado, se refleja en un aumento significativo del trabajo doméstico, un cambio en la vida de toda la familia, un aumento de la preocupación del niño, una necesidad de atención preferente respecto a otros hijos y un gasto económico importante.

Por estos motivos, la dermatitis atópica es una enfermedad en la que la calidad de vida tiene mucha importancia, especialmente a la hora de elegir un determinado tratamiento.



Tratamiento:

Normas generales del cuidado de la piel:

• Clima: el frío seco deshidrata la piel y es durante el invierno cuando empeora el niño atópico. Por el contrario, la mayoría de los niños mejoran durante el verano. El sol, el grado de humedad ambiental y la temperatura cálida mejoran la dermatitis.

• Baño: se recomienda el baño o ducha de 5 a 10 minutos de duración aproximada, con agua cálida.
El baño además de relajar al niño, ayuda a limpiar la piel, elimina las costras y facilita la aplicación posterior de cremas hidratantes y de cualquier fármaco. Los jabones utilizados deben ser de PH ácido o neutro, ya que así se protege el manto graso de la piel y previene la colonización bacteriana. Después del baño se recomienda secar suavemente, sin frotar (basta presionar la toalla sobre la piel) y, posteriormente, aplicar las cremas hidratantes, emolientes, o los fármacos, sobre la piel ligeramente húmeda.

Se recomienda que los niños con dermatitis atópica tengan siempre las uñas bien cortadas para evitar lesionarse con el rascado y sobreinfectar la piel.

• Ropa: se recomienda vestir ropa amplia, de algodón. Evitar que las etiquetas o costuras gruesas rocen la piel. La ropa debe lavarse con detergentes suaves y enjuagarse bien, sin aplicar suavizantes. No se recomienda el uso de ropa de lana directamente sobre la piel.

• Dieta: la alimentación debe ser la normal en función de la edad del niño. Sólo se deben eliminar de
la dieta aquellos alimentos a los que se les haya demostrado alergia clínica. La prescripción de leches especiales no tienen indicación excepto en aquellos casos en los que se haya demostrado una sensibilización a las proteínas de leche de vaca y la responsabilidad de dicha alergia en la aparición de la dermatitis atópica. En los brotes agudos de dermatitis atópica deben retirarse los alimentos que puedan producir irritación cutánea, como especias, picantes, frutas ácidas, hortalizas ácidas, etc, que podrán tolerarse en los momentos en que la inflamación cutánea esté controlada.

• Normas ambientales: se recomienda tomar las medidas preventivas relacionadas con el medio que
rodea al niño atópico y que puedan suponer una fuente de irritación. Incluye una buena limpieza de la casa, evitar el polvo y los elementos que acumulan mucho polvo, como los muñecos de peluche, por el efecto irritante sobre la piel y la posible sensibilización a los ácaros del polvo.





• Apoyo psicológico: en los casos en que la calidad de vida del niño y su familia se vea seriamente alterada por la enfermedad, es beneficiosa la consulta psicológica para mejorar los aspectos del comportamiento o las relaciones familiares que puedan estar alterados.




Tratamiento farmacológico:

El tratamiento de la enfermedad es una especie de escalera en la que vamos subiendo escalones según nos va obligando la intensidad de cada uno de los cuadros. Hay que individualizar las distintas posibilidades para cada paciente e, incluso, para cada brote.

El médico dermatólogo irá adaptando el tratamiento a cada situación.

De una forma general el tratamiento de la dermatitis atópica seguiría los siguientes pasos:

Cuadros leves: cuidados generales. De todos ellos son particularmente importantes los referidos a hidratar la piel y a no irritarla.

Cuadros moderados o con prurito intenso: añadimos un antiinflamatorio en forma de crema o pomada (generalmente un corticoide) y un antihistamínico por vía oral.

El tacrolimus es un fármaco que tiene la actividad antiinflamatoria de los corticoides tópicos sin producir alguno de sus efectos secundarios.

Cuadros intensos, muy extensos y rebeldes al escalón previo: se recurre a los corticoides por vía oral. Son productos muy efectivos, pero deben reservarse para casos más intensos, y tratar de emplearlos durante tiempos cortos y a las menores dosis posibles.

Otras alternativas incluyen el tratamiento con luz ultravioleta o el uso de inmunosupresores, como la ciclosporina por vía oral. Estas alternativas tienden a emplearse cuando los ciclos de corticoides por vía oral se repiten mucho o si no pueden emplearse.


Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

miércoles, 1 de julio de 2015

DEPILACIÓN POR LUZ PULSADA INTENSA


SISTEMA E-LIGHT S4


Mediante la LUZ PULSADA, técnica evolucionada de los equipos láser, se consigue la destrucción progresiva y permanente de los folículos pilosos de la región tratada.

Este sistema utiliza la energía en forma de luz para eliminar el pelo, atravesando sin dañar las otras estructuras de la piel. Cuando el rayo de luz es absorbido por el folículo se transforma en calor, ocasionando la pérdida del pelo.




Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134


domingo, 7 de junio de 2015

CAIDA DEL CABELLO (ALOPECIA)




Las principales funciones que cumple el pelo en los seres humanos son la protección y la comunicación. Si bien evolutivamente ha perdido los roles de aislamiento y camuflaje, desempeña actualmente un papel importante en la vida de relación.

El pelo es una de las características físicas que podemos controlar voluntariamente; es además una manera no verbal de expresar nuestra personalidad. Por esto, algunos pacientes viven sus modificaciones con marcado estrés y angustia.

El folículo pilosebáceo es un mini órgano que se transforma y regenera en un complejo ciclo de crecimiento, regresión y degeneración que dura toda la vida del individuo, denominado “ciclo del folículo piloso”. Las etapas de crecimiento folicular se llaman anágeno, telógeno y catágeno.

                                         
Anágeno: estadio de crecimiento del folículo piloso. Dura de 2 a 6 años.

Catágeno: estado de involución de los dos tercios inferiores del folículo piloso. Dura de 2-3 semanas.

Telógeno: fase de reposo del folículo piloso. Dura aproximadamente tres meses. Hacia su final, el pelo se cae y comienza un nuevo ciclo. Si el ciclo vital del folículo piloso está alterado, puede llevar a la alopecia.

La alopecia es la caída prematura o ausencia de pelo en una o varias partes del cuerpo. Sus causas son múltiples y los tipos de alopecia se clasifican de acuerdo a si son reversibles o no reversibles (cicatrizales).

A efectos prácticos voy a desarrollar sólo los 2 tipos más frecuentes de alopecia, la alopecia androgenética y la alopecia areata.


ALOPECIA ANDROGENÉTICA

Se produce por miniaturización progresiva de los folículos pilosos del cuero cabelludo, afecta a un 44% de los hombres de treinta años y a un 80% de los hombres mayores de setenta años. En las mujeres la incidencia es menor, con un 38% de pacientes afectadas a los setenta años.

Se la conoce también como alopecia androgénica, prematura o calvicie común.

Tiene un origen genético (hereditario) y se produce porque la testosterona, al contacto con una enzima llamada 5-alfa reductasa, se convierte en dihidrotestosterona (DHT), una hormona que debilita los folículos pilosos y vuelve los cabellos cada vez más finos y débiles hasta que, finalmente, el folículo muere.

El hecho de desarrollar una alopecia androgénica está determinado por factores hereditarios (genes). De ahí el término alopecia “hereditaria”, en la que tienen un rol varios genes. Se trata de una transmisión hereditaria poligénica o multifactorial. Esto explica, por ejemplo, el que la abundancia de cabello del abuelo (tanto por el lado materno como el paterno), del padre y del hijo pueda ser muy diferente. Es decir, que no hay una relación directa entre el tipo de cabello que tiene un familiar directo con el otro, porque no sólo hay que estar genéticamente predispuesto para esta enfermedad, sino que otros factores externos tienen que favorecer que aparezca la enfermedad.

La pérdida de cabello hereditaria en la mujer también se desarrolla debido a una alteración genética de los folículos, que los hace más sensibles a las hormonas sexuales masculinas (andrógenos).

Aproximadamente, una de cada cinco mujeres padece esta predisposición genética.

La caída del cabello suele avanzar rápidamente. De un 30% a un 50% de las mujeres afectadas desarrollan una pérdida visible de cabello de los 20 a los 30 años. Las mujeres en la menopausia son especialmente vulnerables a la alopecia androgénica: en esta etapa se da un cambio hormonal que acelera la caída del pelo. En las mujeres no suelen estar afectados todos los folículos pilosos de una región del pelo, sino sólo una parte. Por ello, no se vuelven calvas, sino que el pelo más bien se debilita y se hace visible el cuero cabelludo de manera difusa.

La alopecia androgenética es relativamente fácil de diagnosticar. Hamilton la clasificó en seis tipos, clasificación que posteriormente fue modificada por Norwood y que hasta el día de hoy se utiliza con fines pronósticos y terapéuticos. Para la alopecia de patrón femenino se utiliza la clasificación de Ludwig.


                                  

                                    

                                     Clasificación de Ludwig
                                 


Tratamiento:

Dada la frecuencia y cronicidad de esta entidad, millones de hombres y mujeres son acosados por publicidades que ofrecen una “cura” milagrosa, lo que acarrea la creación de falsas expectativas y el gasto de sumas importantes de dinero.

Existen actualmente opciones terapéuticas efectivas y seguras para el tratamiento de la alopecia androgenética. Contamos con tratamientos médicos tópicos (minoxidil) y sistémicos (finasteride y dutasteride, entre otros), y tratamientos quirúrgicos (transplante capilar). El Médico Dermatólogo determinará cuál es la mejor opción terapéutica para cada paciente. En ningún caso se aconseja la automedicación.

Ningún estudio ha demostrado que los masajes de cuero cabelludo (“gimnasia capilar”) detengan la caída del cabello ni que contribuyan a su crecimiento. Si bien existen decenas de técnicas manuales y dispositivos para hacer masajes capilares, ninguna ha demostrado ser efectiva para la alopecia androgenética, ya que la causa de ésta no está relacionada con la disminución del flujo sanguíneo en el cuero cabelludo ni con una posible rigidez ni adherencia del mismo al cráneo.

No se han encontrado estudios que avalen el uso de la mesoterapia como modo de administración de fármacos para el tratamiento de la alopecía androgenética.

El tratamiento quirúrgico es un método permanente para el tratamiento de esta condición. Los principios básicos del transplante capilar consisten en que los pelos de la zona occipital no son andrógeno dependientes, muestran dominancia al ser transplantados y no son rechazados por ser un autoinjerto.

La correcta selección del paciente a ser transplantado es extremadamente importante. Se debe considerar las expectativas del mismo y desalentar ideas irreales. Los principales factores a considerar para evaluar un potencial candidato a transplante son los siguientes: edad, grado de calvicie, densidad de la zona dadora, calibre del pelo y color.

Debe explicarse a los pacientes que los resultados definitivos se observarán luego de los ocho o nueve meses de realizado el procedimiento, es importante remarcar que los individuos jóvenes deben continuar con el tratamiento médico para preservar el pelo preexistente.


ALOPECIA AREATA


                             
           


           



La alopecia areata es una enfermedad inflamatoria crónica, de etiología multifactorial, que afecta el folículo piloso y, algunas veces, las uñas. Se caracteriza por áreas alopécicas no cicatrizales, asintomáticas, que pueden comprometer cuero cabelludo, cejas, pestañas, barba y pelos del resto del cuerpo.

En los casos de alopecia universal, se pierde el pelo de todo el cuerpo.

Su mecanismo patógeno se desconoce, aunque la mayoría de los autores tienden a clasificarla como una enfermedad autoinmune, donde se produce una acumulación de linfocitos alrededor del folículo piloso, lo cual provoca la paralización en el desarrollo del pelo y su posterior caída.

La alopecia areata afecta aproximadamente al 2% de la población general.

Puede ocurrir en cualquier edad, pero es más frecuente en adultos jóvenes; afecta por igual tanto a hombres como a mujeres. En su forma limitada se caracteriza por la aparición abrupta de una placa alopécica bien delimitada generalmente asintomática, que suele localizarse en el cuero cabelludo; sólo en algunas ocasiones puede causar prurito, ardor o dolor.

La evolución de la alopecia areata es impredecible; por lo general cursa con fases de repoblación del cabello, seguidas de pérdida del mismo a lo largo de la vida del paciente, pudiendo existir más de un episodio de la enfermedad en el transcurso de la vida.

Más de la mitad de los pacientes con alopecia areata tienen 1 ó 2 placas alopécicas que recrecen con tratamiento o espontáneamente, luego de 6 meses a un año desde el diagnóstico.

El recrecimiento se produce inicialmente con cabello fino no pigmentado, que más tarde recupera el calibre y color normales.

La alopecia areata se ha asociado con otras enfermedades, donde algunas de ellas tienen una etiología autoinmunitaria.

Dentro de las patologías autoinmunes, los desórdenes tiroideos y el vitiligo tienen una marcada prevalencia.

Otras patologías frecuentemente asociadas son: dermatitis atópica, psoriasis, enfermedad de Addison, lupus, anemia perniciosa, distrofia de las veinte uñas, estrés físico o psíquico, ansiedad o depresión, síndrome de Down, artritis reumatoidea y enfermedad celíaca.

El estrés emocional es considerado como un importante factor precipitante de alopecia areata en un individuo predispuesto.


Tratamiento:

La remisión espontánea ocurre en más del 80% de los pacientes con placas alopécicas limitadas de corta duración (menos de 1 año) por lo cual la opción no tratar la alopecia areata es válida; debe advertirse al paciente que el recrecimiento espontáneo no debe ser esperado en los primeros 3 meses desde el desarrollo de cada placa. La aplicación de corticoides intralesionales es el tratamiento más apropiado para las placas alopécicas limitadas y para algunos sitios con mayor importancia estética. Se realizan aplicaciones mensuales de acetonida de triamcinolona . El efecto secundario observado en el sitio de inyección es la atrofia cutánea, que generalmente resuelve luego de algunos meses.

La inmunoterapia de contacto con difenciprona tópica es el tratamiento más eficaz y mejor documentado para la alopecia areata total y universal. En la actualidad rara vez se aconseja el uso de corticoides sistémicos, debido a sus serios efectos adversos y la inadecuada evidencia de su eficacia.

Existe poca evidencia documentada sobre la eficacia del tratamiento con PUVA (luz ultravioleta) y los resultados son variables.

El tratamiento con tacrolimus tópico mostró ser ineficaz en los estudios realizados hasta el momento.

Es importante recordar la contención psicológica como parte del tratamiento integral de algunos pacientes con alopecia areata.



Otros tipos de alopecia son:

ALOPECIA TRAUMÁTICA: puede ser provocada por el uso de secadores de pelo, peines metálicos o cualquier otro elemento capaz de generar lesiones en el cuero cabelludo. También puede generarse cuando el paciente -en un estado maníaco- se arranca los pelos a sí mismo. A esta patología se la conoce como tricotilomanía.


EFLUVIO TELÓGENO: el término “Efluvio telógeno” fue acuñado por Kligman en el año 1961. Es la pérdida aguda del pelo tras enfermedades sistémicas crónicas, estrés emocional, enfermedades febriles o parto. En éste último, el efluvio telógeno puede durar hasta 6 meses para luego recuperarse totalmente.


ALOPECIA POR DROGAS O FÁRMACOS: la vitamina A en grandes dosis, los citostáticos, antitiroideos, anticoagulates, el mercurio y el ácido valproico son capaces de producir alopecia. Cuando la droga se suspende la alopecia desaparece.


ALOPECIA POR ENFERMEDADES SISTÉMICAS: de origen endocrino, infeccioso, Lupus Eritematoso o déficit nutricional.


ALOPECIA POR SINDROMES HEREDITARIOS: en el caso de la atriquia congénita, el individio carece de pelo. También la encontramos en la alopecia triangular temporal, en el síndrome de Menkes, en la displasia ectodérmica anhidrótica y en el síndrome tricorrinofalángico.



ALOPECIAS CICATRIZALES:

Lamentablemente este tipo de alopecias suele ser irreversible porque existe un daño, malformación o ruptura total de la estructura folicular. No existe un tratamiento o droga que ayude en una cabellera con folículos inertes. Si existieran zonas no dañadas puede recurrirse a un implante capilar.

Las alopecias cicatriciales se clasifican de esta forma:


ALOPECIAS INFECCIOSAS: micóticas (querión, candidiasis, favus); bacterianas (sífilis, lepra, acné necrótico); virales (herpes, varicela); protozoarias (Leishmaniasis).


ALOPECIAS POR AGENTES FISICOQUÍMICOS: agentes cáusticos, traumatismos mecánicos, quemaduras y rediodermitis por rayos X. Tengamos en cuenta que los folículos son sensibles a las radiaciones.


ALOPECIAS TUMORALES: tumores dérmicos y metástasis. Mastocitos, epiteliomas basocelulares o espinocelulares, linfomas y tumores anexiales.


ALOPECIAS POR DERMATOSIS: síndrome de Graham-Little, dermatomiositis, mucinosis folicular y sarcoidosis.


ALOPECIAS POR ENFERMEDADES HEREDITARIAS: poroqueratosis de Mibelli, nevus epidérmico, enfermedad de Darier, ictiosis y aplasia cutis.


ALOPECIAS POR SINDROMES CLÍNICOS DECALVANTES: dermatosis pustulosa erosiva, foliculitis decalvante, alopecia parvimaculata y pseudopelada.



Prevención

El alcance de la prevención de la pérdida de cabello se supedita a la causa concreta. Sin embargo, generalmente la prevención suele ser limitada o imposible.

No se pueden prevenir ni la alopecia androgénica ni la alopecia areata.

Por el contrario, ciertos tipos de alopecia difusa se pueden paliar mediante una alimentación sana y equilibrada y un estilo de vida saludable. De este modo, se impide el desarrollo de una hipoproteinemia y el déficit de hierro u otros nutrientes que favorecen la caída del cabello.



Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134



domingo, 17 de mayo de 2015

VITILIGO



El vitiligo es una enfermedad cutánea adquirida, de probable etiología autoinmune, que resulta de la destrucción selectiva de los melanocitos de la piel. Se presenta clínicamente con manchas blanquecinas, de bordes definidos, que suelen tener distribución simétrica.

Es muy frecuente; se estima que la padecen del 1 al 2% de la población. Afecta tanto a hombres como a mujeres.

Puede iniciarse a cualquier edad, pero en la mitad de los casos aparece antes de los 20 años.

Localización: Generalmente afecta áreas normalmente más pigmentadas como la cara, las axilas, las ingles, las mucosas (genitales, labios y encías); áreas sometidas a fricción permanente o traumatismo como el dorso de las manos, de los pies, de los codos, de las rodillas y de los tobillos.

En las zonas afectadas el pelo puede volverse blanco.

Las manchas son asintomáticas, de distinto tamaño y distribución y bordes definidos. En ocasiones, el borde puede tener un color intermedio, o aparecer un poco inflamado y rojizo, e incluso tener una tonalidad más oscura.

El diagnóstico del vitiligo es generalmente clínico, complementado en ocasiones con el examen con luz de Wood, que emite una luz ultravioleta; algunas lesiones dermatológicas se hacen fosforescentes al enfocarlas con una lámpara de Wood.

Sólo en situaciones que plantean dificultades diagnósticas se realiza una biopsia de piel. En ella se debe demostrar la ausencia de melanocitos; por lo demás la piel es completamente normal.

La falta de color en las lesiones de vitiligo se debe a la desaparición de melanocitos. Los melanocitos son células que fabrican melanina, que es la sustancia que da color al pelo y a la piel. Se desconoce la causa de esta desaparición celular. Actualmente existen varias teorías para explicarla, pero aún no hay pruebas concretas que avalen ninguna de ellas:

  • Teoría autoinmune: el propio sistema inmune del paciente reconoce a los melanocitos como una amenaza y los elimina.
  • Teoría neurógena: en las terminaciones nerviosas se libera alguna sustancia que es tóxica para las células que dan color a la piel.
  • Teoría de autodestrucción: los melanocitos se destruyen a sí mismos, probablemente por exceso de función.

También se cree que puede tener algún factor hereditario, ya que un 20% presenta antecedentes familiares de vitiligo.

Existen varios tipos de vitiligo según su forma de aparición:

1) Localizado: una o más manchas localizadas. Puede ser focal cuando la lesión es aislada en un área, o segmentario cuando sigue el trayecto de un nervio.

2) Generalizado:

  • Diseminado: es la forma clínica más frecuente, con lesiones simétricas, que se localizan en varias zonas corporales.
  • Universal: es la forma menos frecuente, con pérdida de pigmento en casi toda la superficie corporal.

El vitiligo se asocia con otras enfermedades como: diabetes, tiroiditis autoinmune, hipotiroidismo e hipertiroidismo, enfermedad de Addison, asma, alopecia areata, miastenia gravis y anemia perniciosa.


Los pacientes con vitiligo con frecuencia atribuyen el inicio de su problema a un evento de vida específico, crisis o enfermedad. En algunos casos el inicio se produce luego de un traumatismo físico; esto se denomina fenómeno de Koebner.

Las quemaduras solares también han sido implicadas. Muchas veces el bronceado sólo pone en evidencia lesiones preexistentes.

El embarazo y los anticonceptivos orales tendrían un efecto impredecible en el curso de la enfermedad.

Tratamiento:

No hay un tratamiento para el vitiligo que sea del todo satisfactorio, pero se han conseguido algunos resultados bastante notables.

El objetivo del tratamiento es estabilizar el proceso de despigmentación y lograr la recuperación del pigmento en las lesiones.

La cara, y en menor medida el tronco, tienden a presentar una mayor repigmentación, mientras que manos y pies evidencian los menores índices de recuperación.

En general, los niños responden en forma más completa y permanente que los adultos.

En la selección del tratamiento apropiado se debe tener en cuenta el tipo de vitiligo, su actividad, extensión y localización, así como las expectativas del paciente, su edad, su disponibilidad de tiempo y los riesgos a asumir.

Los pacientes deben ser educados en fotoprotección, camuflaje cosmético y se les deben explicar las posibilidades terapéuticas existentes, médicas y quirúrgicas, con sus ventajas, limitaciones y efectos adversos a corto, mediano y largo plazo.

En la actualidad, los corticoides tópicos y la fotoquimioterapia con psoralenos + UVA (PUVA) o la fototerapia con UVB de banda angosta son las opciones más ampliamente utilizadas y con las que se tiene mayor experiencia.

Algunos fármacos como el tacrolimus o el calcipotriol pueden ser de utilidad cuando se combinan con otras terapéuticas.

La fenilalanina y el afamelanótido han mostrado resultados prometedores, aunque se necesitan nuevos estudios que confirmen su eficacia y seguridad.

Los tratamientos quirúrgicos como el injerto de piel tienen como objetivo transplantar melanocitos de zonas pigmentadas de la piel a otras carentes de ellos.

En los pacientes que tienen un vitíligo muy extenso o aquellos que tuvieron mala respuesta a los tratamientos médicos y/o quirúrgicos se emplea hidroquinona en crema para provocar una despigmentación. El resultado final es que toda la piel del paciente se torna de un blanco tiza, similar al de las lesiones del vitiligo. Debe tenerse en cuenta que es un proceso irreversible, es decir, que una vez que se han conseguido resultados, la piel nunca vuelve a su estado normal.




SE DEBE TENER EN CUENTA QUE EN NINGÚN CASO EL PACIENTE DEBE AUTOMEDICARSE. 
EL TRATAMIENTO DEBE SER INDICADO Y SUPERVISADO POR EL MÉDICO DERMATÓLOGO.



Repercusión psicológica del vitiligo en la niñez y la adolescencia
Para el niño/adolescente el manejo de factores psicológicos y sociales que se producen por el padecimiento de vitiligo marcan las reacciones emocionales y las relaciones interpersonales, afectando su calidad de vida.

El punto de vista estético se encuentra afectado por la visibilidad del síntoma que interfiere en la vida social del niño/adolescente ya que su apariencia física se ve dañada.

Acontecimientos importantes en la vida de las personas actúan como estresores y constituyen factores de riesgo para la aparición o el aumento de la cronicidad de la enfermedad.

La intervención del psicólogo es de vital importancia para ayudar a que el paciente pueda recobrar la función protectora de la piel y por lo tanto su sentido de identidad y ubicación en la sociedad.



Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134

martes, 21 de abril de 2015

LUZ PULSADA INTENSA. IPL.




¿Qué es IPL?

La luz pulsada intensa elimina las huellas que los años, el estrés, y sobre todo, el sol, dejan en la piel, proporcionando un rejuvenecimiento global y uniforme del rostro, cuello, escote e incluso manos.

La luz pulsada intensa o IPL (del inglés “Intense Pulsed Light”) emite una serie de ondas de luz que permite tratar varios objetivos a la vez, manchas pigmentadas, venitas o textura cutánea rugosa y así mejorar globalmente la calidad de la piel al estimular la formación de colágeno. La energía de la luz actúa en las capas más profundas para mejorar gradualmente la tonalidad y textura de la piel, eliminar las manchas, enrojecimiento, arrugas finas y dar luminosidad.

La energía en forma de luz del IPL también es utilizada para eliminar el pelo, atravesando sin dañarlas otras estructuras de la piel. Cuando el rayo de luz es absorbido por el folículo se transforma en calor, ocasionando la pérdida del pelo.

El IPL es un tratamiento no agresivo que permite realizar varias sesiones.



Resultados

Se necesitan entre 3 y 5 sesiones con un intervalo como mínimo de tres semanas. Las mejoras se perciben de manera progresiva. En primer lugar, desaparecen las manchas y las áreas con enrojecimiento, y así la piel va recuperando un tono mucho más uniforme. A medida que avanza el tratamiento se va notando una mejoría general en la calidad de la piel.

En el caso de la depilación con IPL, este sistema provoca la desaparición del pelo y vello que se encuentra en una fase de crecimiento inicial (anágeno precoz). La repetición del tratamiento en las fases adecuadas puede conseguir la desaparición permanente de la casi totalidad del pelo o vello.

Para evitar falsas expectativas de lograr una depilación completa e indefinida tras una única o un número insuficiente de sesiones de tratamiento, a veces propiciadas por publicidades engañosas, se desaconseja referirse a estos tratamientos como depilación definitiva, recomendando denominarlos depilación duradera o depilación permanente.



¿Produce molestias el tratamiento con luz pulsada intensa?

El impacto de los rayos de luz sobre la piel suele producir una molestia leve, que suele describirse como sensación de quemazón o pinchazos.

La tolerancia del tratamiento es variable de unas personas a otras y muchos aparatos de láser incorporan sistemas de refrigeración de la piel para disminuir las molestias. En zonas y personas muy sensibles puede ser necesaria una anestesia local, pero esta situación es absolutamente excepcional.



Después del tratamiento, se recomienda el uso de protección solar en la zona tratada y evitar la exposición solar prolongada con el fin de mantener más tiempo los resultados.



¿Se debe tomar alguna precaución después?

Se recomienda no realizar tratamientos agresivos en los 15 días posteriores al tratamiento con IPL, como peelings o abrasiones, ya que la piel puede estar algo más sensible.



¿Cuáles son los efectos secundarios?

Tras la aplicación del tratamiento puede producirse un enrojecimiento en la zona, que suele durar desde algunas horas a varios días. Se resuelve de forma espontánea y se mejora aplicando frío.

También puede producirse una ligera hiperpigmentación transitoria, que no requiere tratamiento específico.



¿Quién debe realizar el tratamiento con luz pulsada intensa?

Estos tratamientos deben ser realizados por un médico o bajo su supervisión directa. El dermatólogo es el especialista en el cuidado de la piel y por lo tanto puede proporcionar un asesoramiento adecuado sobre las indicaciones y características de los métodos más convenientes para cada persona.



Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134







martes, 31 de marzo de 2015

VERRUGAS CUTÁNEAS POR HPV



El virus papiloma humano (HPV) afecta sólo a seres humanos. Es imposible evitar el contacto con el HPV ya que está ampliamente distribuido en el medioambiente.

Infecta piel y mucosas y produce verrugas generalmente benignas, que regresan espontáneamente por acción del sistema inmune del paciente.

El virus infecta la piel a través de pequeñas heridas o traumatismos cutáneos e ingresa al interior de las células epidérmicas, donde comienza a proliferar.

Luego de la inoculación, existe un período que oscila entre 1 y 8 meses, conocido como latencia, durante el cual el virus está presente en las células pero no produce síntomas.

Posteriormente el virus comienza a replicarse e infecta a las células vecinas, originando las características “verrugas”.

Las verrugas se clasifican según la localización o la forma clínica, y pueden dividirse en cutáneas o extracutáneas (mucosas).

Verrugas cutáneas:

  • Las verrugas vulgares se localizan en cualquier superficie cutánea, pero lo hacen con más frecuencia en manos. Pueden ser únicas o estar agrupadas. Se presentan mayormente en niños y adultos jóvenes.


  • Las verrugas planas se observan como pápulas ligeramente elevadas, cubiertas por una fina escama de color rosado o color piel normal, simulando un empedrado. Se localizan con más frecuencia en cara, manos y parte inferior de piernas. Son comunes en niños y adolescentes.

  • Las verrugas filiformes aparecen en cara, cuello, axilas y otros pliegues; a veces pueden presentarse como verdaderos cuernos cutáneos.

  • Las verrugas palmares o plantares son lesiones gruesas, generalmente dolorosas a la presión. Los puntos negros que se observan en la superficie de estas lesiones son los capilares trombosados. 

El diagnóstico de las verrugas se basa en la presentación clínica y la localización anatómica.

La elección del tratamiento depende de la localización, el tamaño, la cantidad y el tipo de verrugas, así como de la edad y la cooperación del paciente, sumados a la experiencia del médico.

La mayoría de los tratamientos apuntan a la destrucción de las verrugas. Pueden considerarse tratamientos realizados por el médico en su consultorio y otros realizados por el paciente en su domicilio.

Las verrugas pueden destruirse mediante crioterapia, electrocoagulación, queratolíticos tópicos, o inmunomoduladores como el imiquimod. El Médico Dermatólogo evaluará en cada caso cuál es la mejor terapéutica para el paciente.

Hasta el momento no existen vacunas para prevenir la aparición de verrugas.


Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
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domingo, 15 de marzo de 2015

HERPES ZÓSTER



¿Qué es?

El herpes zóster es una infección aguda causada por el virus varicela-zóster (VVZ), que afecta sobre todo a adultos. Se caracteriza por el desarrollo de erupciones cutáneas en forma de ampollas o vesículas dolorosas, que se localizan siguiendo el trayecto de algún nervio inflamado también por el virus. Debido a esta particular disposición la infección se conoce popularmente como 'culebrilla'.

Se trata del mismo virus que causa la varicela. Después de que uno contrae varicela, el virus no es eliminado del organismo y permanece inactivo (latente) en ciertos nervios del cuerpo. El herpes zóster ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios después de muchos años.

La razón por la cual el virus se vuelve activo de nuevo no es clara. Con frecuencia, sólo se presenta un episodio.

El zóster se puede desarrollar en cualquier grupo de edad, pero uno tiene mayor probabilidad de desarrollar la afección si:

Tiene más de 60 años.

Le dio varicela antes de cumplir un año.

Su sistema inmunitario está debilitado por medicamentos o enfermedad.

Si un adulto o un niño tienen contacto directo con la erupción por herpes zóster y no les dio varicela de niño o no recibieron la vacuna contra esta enfermedad, pueden desarrollar varicela y no zóster.



¿Cuáles son los síntomas?

El primer síntoma generalmente es un dolor en un solo lado del cuerpo, hormigueo o ardor. El dolor y el ardor pueden ser intensos y generalmente se presentan antes de que aparezca cualquier signo en la piel.

La erupción típica son pequeñas ampollas que se manifiestan a los dos o tres días, cuando el virus llega a la piel. Las ampollas se rompen, formando pequeñas úlceras que comienzan a secarse y formar costras, las cuales se van desprendiendo en dos a tres semanas. Se cura sin dejar cicatriz.

Las lesiones aparecen de un solo lado del cuerpo y en general se puede visualizar en el tronco un cinturón de erupción desde la columna vertebral, alrededor de un lado del tórax. También puede aparecer en el cuello o en la cara afectando la boca o los ojos.



¿Cuál es el tratamiento?

Por lo general, se trata de un problema que suele persistir aproximadamente un mes hasta que desaparece por sí solo, aunque sí pueden instaurarse medidas para tratar los síntomas. Sin embargo, en algunos pacientes inmunodeprimidos o de edad avanzada, puede aparecer alguna complicación, como la neuralgia posherpética (persistencia de dolor o ardor 30 días después del comienzo del herpes zoster), que puede llegar a ser incapacitante.

El tratamiento se basa en la utilización de fármacos antivirales como el Aciclovir, el cual debe ser indicado por el Médico. Si se utilizan las dosis correctas el dolor disminuye rápidamente y se reducen las posibilidades de complicaciones.

Lo mejor es comenzar el tratamiento en las primeras horas de sentir por primera vez el dolor o el ardor para obtener mejor resultado.

Para reducir el dolor se utilizan analgésicos.

Hay disponibilidad de una vacuna contra el herpes zóster y es diferente de la vacuna contra la varicela. Los adultos mayores que reciben la vacuna contra el herpes zóster tienen menos probabilidad de tener complicaciones por esta enfermedad.

Dra Anabel Manzone
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domingo, 1 de marzo de 2015

ACNE



El acné vulgar es una de las afecciones más frecuentes en el mundo entero. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la unidad pilosebácea que afecta principalmente a los adolescentes y genera un gran impacto psicosocial no solo para el paciente, que se encuentra atravesando una etapa muy sensible de su vida, sino que además involucra al grupo familiar en su esfera afectiva y económica.

                       
 








  unidad pilosebácea

El acné afecta a un 80-85% de las personas entre los 12 y 25 años de edad. En los últimos años se observa un aumento en la incidencia de esta patología en mayores de 25 años, lo que se denomina “acné tardío”.

El continuo avance en la patogenia del acné y el desarrollo permanente de nuevos fármacos, han cambiado el enfoque clínico de esta frecuente patología cutánea, lo que ha permitido emplear terapéuticas que han modificado el pronóstico y la duración de esta enfermedad.

La patogenia es compleja y depende de la interacción de varios factores. Los cuatro factores determinantes son el aumento de las células del folículo piloso, el aumento de la producción de sebo, la proliferación de la bacteria Propionebacterium acnes (P. acnes) en la piel, y la respuesta inflamatoria cutánea.

Respecto del valor de la dieta en la patogenia de esta enfermedad, estudios recientes demostraron que una alimentación con alto contenido glicémico (azúcar, pastas, pan), así como la ingesta abundante de lácteos, chocolate, comidas hipergrasas y cereales, provocan la aparición de lesiones de acné.

El objetivo del tratamiento es disminuir la seborrea (exceso de grasitud de la piel), combatir la colonización bacteriana patogénica (P. Acnes), evitar la formación de lesiones inflamatorias y prevenir la aparición de cicatrices.

El tratamiento debe adecuarse a la severidad de cada caso, existiendo para la afectación leve productos locales: antibióticos (peróxido de benzoilo, clindamicina), derivados de la vitamina A (retinoides). Para los pacientes con lesiones inflamatorias se utilizan antibióticos sistémicos, y en los casos más severos o resistentes al tratamiento se recurre a la administración de isotretinoína vía oral.

Cualquier tratamiento debe ser indicado y controlado por un Médico Dermatólogo. La automedicación puede conllevar efectos adversos difíciles de corregir.

Algunas medidas que el paciente puede tomar para acompañar el tratamiento indicado por el médico son las siguientes:

CUIDADOS PERSONALES:
  • Limpiar la piel delicadamente con un jabón o limpiador suave. Restregarse la piel no evita el acné y puede empeorar el problema.
  • Elegir fórmulas no comedogénicas o a base agua para los cosméticos y las cremas para la piel. Busque la palabra "no comedogénico" en la etiqueta. Esto significa que el maquillaje no le tapará los poros. Sin embargo, algunas personas tienen acné aun cuando usan estos productos.
  • Retirar toda la suciedad o maquillaje. Lavarse la piel una o dos veces al día, incluso después del ejercicio. 
  • Lavar el cabello con champú diariamente, en especial si es grasoso. 
  • Peinar el cabello hacia atrás para mantenerlo fuera de la cara.
  • No apretar, rascar, escarbar ni frotar los granos. Esto puede llevar a cicatrizaciones e infecciones de la piel.
  • Evitar restregar y lavar la piel en forma repetitiva.
  • Evitar usar bandas para la cabeza, gorras y sombreros apretados.
  • Evitar tocarse la cara con las manos o los dedos.
  • Evitar las cremas o cosméticos grasosos. 
  • Retirar el maquillaje en las noches.
Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134