domingo, 21 de mayo de 2017

Transpiración excesiva (Hiperhidrosis)

La sudoración es una función normal de la piel para mantener constante nuestra temperatura corporal.

A través de las glándulas sudoríparas ecrinas se produce y se libera un líquido salado y transparente (99% de agua y 1% de sal), que cumple con la función física vital de enfriar nuestros cuerpos.

Las personas sudan más en temperaturas cálidas, al ejercitarse, o en respuesta a situaciones que las hacen sentir nerviosas, enojadas, avergonzadas, o con miedo.

Cuando la situación es de estrés o nerviosismo, además de las glándulas sudoríparas ecrinas se activan las llamadas glándulas sudoríparas apocrinas y liberan una cantidad pequeña de sudor con una composición diferente: es rico en proteínas y lípidos. Cuando el sudor apocrino es metabolizado por bacterias se desprende un olor corporal indeseado.  

La hiperhidrosis es el exceso de sudor o transpiración excesiva que se produce de forma espontánea, sin ser causada por temperaturas altas o por situaciones de tensión física o emocional.

 La sudoración incontrolable puede llevar a una molestia significativa, tanto física como emocional.

Cuando la sudoración excesiva afecta las manos, pies, y axilas, se llama hiperhidrosis primaria o focal. En la mayor parte de los casos, no se puede encontrar la causa. Parece ser hereditario.

Si la sudoración sucede como resultado de otra afección médica, se llama hiperhidrosis secundaria. La sudoración puede presentarse en todo el cuerpo o solo en una zona. Las afecciones que causan hiperhidrosis secundaria incluyen:

Embarazo
Menopausia
Ansiedad
Abuso de sustancias y alcohol
Enfermedad cardíaca
Diabetes
Insuficiencia respiratoria
Obesidad
Gota
Glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo)
Ciertos medicamentos
Lesión en los nervios periféricos
Enfermedad de Parkinson

Es absolutamente crucial que cualquier caso de hiperhidrosis secundaria sea examinado por un médico para establecer el diagnóstico.

Las personas que presentan hiperhidrosis primaria o hiperhidrosis secundaria pueden vivenciar su proceso como algo molesto y angustiante. 

En casos de hiperhidrosis primaria o focal, las zonas afectadas son las siguientes:

Axilas (Hiperhidrosis axilar)
Espalda
Palmas de las manos (Hiperhidrosis palmar)
Cara (Hiperhidrosis facial)
Plantas de los pies
Pecho
Cara posterior de las rodillas

Uno solo o más episodios de sudoración excesiva por día es la frecuencia habitual para la mayoría de las personas con hiperhidrosis primaria o focal (sin embargo, nunca durante el sueño).

Con respecto a las personas que presentan hiperhidrosis secundaria (cuyo proceso obedece a una causa subyacente), la frecuencia de episodios de sudoración depende del proceso médico que los desencadena.

La hiperhidrosis puede presentar distintos grados de afectación para el paciente:

Grado I: La sudoración no se nota nunca ni impide la actividad normal del paciente.
Grado II: La sudoración es tolerable, pero a veces impide la actividad normal del paciente.
Grado III: La sudoración es raramente tolerable y frecuentemente impide la actividad normal del paciente.
Grado IV: La sudoración no es tolerable e interfiere continuamente en la actividad normal del paciente.

No existe ningún tratamiento que pueda detener la sudoración. Después de todo, se trata de una función corporal esencial y normal. No obstante, las personas afectadas de hiperhidrosis pueden elegir actualmente entre varias opciones que aliviarán los síntomas angustiosos de la hiperhidrosis. Algunos de ellos incluso permanentemente.

Aplicación tópica: Antitranspirantes

Los antitranspirantes son eficaces para minimizar la sudoración excesiva en las axilas a través de su componente principal (a base de sales de aluminio), siendo también la primera medida que recomiendan habitualmente los dermatólogos, dado que es un modo no invasivo de mantener controlada la sudoración.

Las sales de aluminio actúan sobre las glándulas sudoríparas ecrinas y apocrinas ocluyendo, de modo parcial y reversible, el conducto de la glándula y reduciendo de este modo la cantidad de sudor producida. Esta oclusión es inocua. Dado que se produce menos sudor, hay menos humedad y perceptiblemente menos olor. Los antitranspirantes están disponibles en sprays o roll-ons. Incluso pequeñas cantidades de antitranspirante pueden marcar una enorme diferencia en la cantidad de sudor producida.

Toxina botulínica de tipo A

La toxina botulínica se inyecta en la zona afectada (axilas, palmas de las manos) para bloquear temporalmente los nervios que estimulan la sudoración.

Iontoforesis

Este procedimiento utiliza electricidad para desactivar temporalmente las glándulas sudoríparas. Este método introduce iones en la piel a través de una corriente eléctrica. La electricidad actuará sobre las glándulas sudoríparas "desconectándolas" temporalmente. La iontoforesis es adecuada para tratar la hiperhidrosis local de las manos y los pies. 

Medicación con los llamados fármacos anticolinérgicos

Con este tratamiento sistémico, el bloqueo del neurotransmisor contribuirá a evitar la estimulación de las glándulas sudoríparas. Sin embargo, estos fármacos se han estado utilizando predominantemente para el tratamiento de la hiperhidrosis secundaria y producen efectos secundarios graves.

Tratamiento quirúrgico

Se recomienda sólo en casos graves y son frecuentes las complicaciones y recidiva de la sudoración excesiva.

Con tratamiento, la hiperhidrosis se puede manejar. Siempre es conveniente analizar las opciones de tratamiento junto a su médico dermatólogo.

Dra Anabel Manzone
San Lorenzo 2076
TE: 0223-4920134